
Ya fue, me voy. Mil puertas se cierran dejando caer. Le pateo cenizas al piso y me rindo frente a mi portón.
Voy pensando en que no hace ni un año y las cosas ya no son igual. Las disculpas no cuesta aceptarlas, me cuesta saber perdonar. Y vuelvo a despertar, cansado de estar tan cansado de ser. Me digo
no hay mitad que sea tan mala como la que tenés. Y olvido que traigo conmigo canciones y amigo
tu alma es ahora mi estrella,
el dolor ya no hace mal. Mirando estoy, a veces me toca el silencio total. Porque
hay cosas que sangran por dentro y nadie las puede notar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario